La demorada reglamentación de la Ley de “Reparación Histórica de la Agricultura Familiar, por una Nueva Ruralidad en la Argentina”, nro. 27.188, sancionada en diciembre de 2014, con más de 8 años pendiente, fue oficialmente reglamentada por el Presidente Alberto Fernandez. Este era un reclamo sostenido por el conjunto de las organizaciones, ya que en su articulado son abordadas cuestiones clave para la defensa y consolidación del sector, sobre todo, el acceso a la tierra.
El acto se realizó en el Centro Cultural Kirchner en el marco del segundo encuentro del Consejo Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y de la Pesca Artesanal, donde Alberto resaltó la que “duele mucho cómo está construida esta Argentina, con un centro muy rico y dos regiones periféricas, el norte y el sur, a las que les cuenta mucho crecer”.
En diálogo con Radio Estación Sur, Edgardo González, abogado integrante del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, afirmó que “fue realmente una sorpresa” y ahora se espera que “sea publicado en el boletín oficial y aparezcan los fondos de cien millones de dólares de financiamiento externo, destinados a la agricultura familiar”.
En el programa de productores y productoras del Cordón Frutihortícola platense, Atando Cordones, Gonzalez explicó: “Como sabíamos que ibamos a tener que luchar mucho para que salga, esta es una Ley muy completa, que aborda todos los puntos de la Agricultura Familiar: salud, educación, acceso a la tierra y las herramientas, comercialización, agroecología”.
Además, se refirió a la importancia de la Agricultura Familiar para controlar la inflación: “Nuestros alimentos son de calidad, sanos, agroecológicos y de precios justos, que es algo que preocupa a los argentinos cada vez mas”, y detalló que “lo que nos hace falta es más tierra: hoy los terrenos que posee el Estado son el 2% de las tierras productivas del país”.
Traducido en números, según el último censo agropecuario los pequeños productores producen la mayor parte de los alimentos consumidos a nivel nacional, pero sólo el 13% de la tierra está en sus manos, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país.
Esta Ley contempla un banco de tierras, “pero hay que ver de dónde sacamos más terrenos fiscales para la producción”, dijo Edgardo y mencionó experiencias exitosas como la de Uruguay: “Allá el Estado compró terrenos en el mercado y se las vendió -con plan de pagos y asistencia técnica- a los productores y productoras; no expropió”.
El Presidente estuvo acompañado en la presentación por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez; el secretario de Agricultura Familiar Campesina e Indígena y referente de Frente Agrario Evita, Miguel Ángel Gómez; el secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico; y la referenta del Movimiento Nacional Campesino e Indígena-Vía Campesina, Mercedes Taboada, quien fue consultada al respecto y subrayó: “Esto fue primeramente, colectivo. Una victoria luego de una ardua lucha de campesinos y campesinas”.
Mercedes contó que “hubo una decisión política de tomar un préstamo del Banco Mundial y destinar ese dinero a la Agricultura Familiar” y agregó “Como dijo el presidente este es un despegue; una Ley sin presupuesto es como un auto sin nafta”.
Por último, aseguró que “se está llevando a cabo un trabajo interministerial porque es una Ley que toca varias aristas; el tema viviendas le tocará al Ministerio de Hábitat, el acceso a la educación y la salud a cada una de esas carteras respectivamente”.