Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de Merlo y referente de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN), explicó las razones detrás del aumento del 12% en el precio del pan, en medio de una profunda crisis del sector.
“Nosotros desde abril de este año que no aumentamos un producto, pero se nos torna muy difícil mantener nuestra industria por cuestiones como el alquiler”, señaló Pinto.
La situación, según detalló, es crítica: “En 18 meses tenemos una caída en el consumo del pan del 55%, en pastelería entre un 75% y 80%. Además, tenemos 1.750 panaderías cerradas, algo que nunca pasó en la historia de este país.”
El dirigente panadero explicó que el aumento fue una decisión muy difícil: “Estuvimos en una encrucijada, porque si aumentamos los precios no nos consumen, pero si no lo hacemos, nos fundimos. Tuvimos que pensarlo mucho antes de aplicar este aumento.”
Sobre el diálogo con el gobierno, sostuvo: “Pedimos una reunión en la Secretaría de Comercio con la nueva gestión. Nos dejaron en claro que no íbamos a tener subsidios ni precios controlados, que teníamos que competir. Ahí se terminó el diálogo, no podemos seguir charlando.”
Finalmente, Pinto describió el impacto social de la crisis: “Hoy perdimos a una gran clientela que eran los jubilados. Ya no los ves más. El vecino del barrio que venía todos los días ahora no viene porque está sin trabajo o no le alcanza. Lo que sí se sumó es el que viene a la tarde a pedir lo que sobró.”