“La uruguaya”, la adaptación de la novela con el mismo nombre de Pedro Mairal, se estrena en cines este jueves y en La Plata se podrá ver en el Cinema Paradiso (46 entre 10 y 11). Este es un filme colaborativo creado por Hernán Casciari de la mano de Orsai Audiovisuales y, fundamentalmente, gracias al aporte de 2.000 socixs voluntarixs de todo el mundo que invirtieron dinero para financiarla. Cabe aclarar, que tendrán acceso a parte de las ganancias generadas por la película.
Ana García Blaya es la directora de esta película protagonizada por Sebastián Arzeno y Fiorella Bottaioli. El reparto lo completan Gustavo Garzón, Jazmín Stuart y Josefina Gali. Se estrenó en la competencia internacional del 37º Festival de Cine de Mar del Plata y fue galardonada con el premio a la mejor dirección.
La trama cuenta la historia de Lucas Pereyra, un escritor argentino que viaja a Uruguay en el día para ir a buscar unos dólares que cobró por la venta de un libro que aún no entregó. En Montevideo tiene pactado un encuentro secreto con Magalí Guerra, anclado en un recuerdo de una visita anterior. Pero, como suele ocurrir, no todo sale como se planea.
La idea de trabajar en el proyecto de cine autogestivo comenzó en 2020 y desde ese año, Casciari lo lleva a cabo junto a lxs socixs voluntarixs que son, en su mayoría, sus lectores. “Es la puesta a punta de una idea de Orsai de siempre, de hacer cultura autogestiva”, admitió el escritor.
“Compré los derechos de cine de la novela, generé seis mil bonos de 100 dólares cada uno, los puse a la venta entre lectores de Orsai y los vendí en un mes”, detalló acerca del proceso inicial. “Los asociados participaron en decisiones creativas, logísticas, económicas desde todo el mundo. Tenian una aplicación a la que ingresaban, como en la Cámara de Diputados, generaban debate, consultaban y se votaba”, agregó.
Al respecto de la experiencia de este modo producción, Blaya explicó que: “Tuve un montón de feedback, porque Orsai no pertenece al mundo del cine, sino al de la literatura y ellos nos estaban dando plata, los derechos de un libro y la libertad de hacer lo que quisiéramos, con la única condición de que cada parte del proceso sea comunicada y participada a les socies productores que votaron el casting, por ejemplo. Además, fueron músculo productivo para conseguir un montón de cosas: desde las locaciones hasta contactos de músicos para conseguir temas. Por otra parte, fueron extras en la película, así que fue un acompañamiento muy lindo”.