Esta semana, muchos empleados del PAMI se enteraron de sus desvinculaciones al no poder registrar su huella dactilar o acceder a los sistemas en sus lugares de trabajo. Anabela Vagge, secretaria general de la seccional La Plata de SUTEPA y una de las trabajadoras despedidas, habló sobre la situación en Radio Estación Sur: “Fue una noticia muy mala, muy impactante, que nos tiene a todos los trabajadores y trabajadoras en los distintos puntos del país en estado de alerta“.
Se calculan unos 240 empleados desvinculados en esta semana, por lo que ya comenzaron protestas en localidades como La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. Vagge detalló que los despidos forman parte de un proceso que comenzó a mediados del año pasado. “En total, con las tres tandas, hay alrededor de 550 despedidos. Lo que pasa es que, a diferencia de antes, los otros despidos eran más por goteo, números más chicos. Este es un número bastante más grande, y eso también hizo que se movilice todo”, señaló.
Con una planta de 12.600 trabajadores y trabajadoras, incluyendo personal administrativo, médico y de atención directa, la reducción de personal impacta directamente en el servicio que PAMI ofrece a sus afiliados. “Que despidan trabajadores impacta directamente en la atención que puedes llegar a tener en nuestros afiliados“, advirtió Vagge.
Presupuesto insuficiente y sobrecarga laboral
La sindicalista también denunció las condiciones precarias en las que opera la obra social. “A fines del año pasado cambió la normativa de los medicamentos, y eso generó que los compañeros y compañeras de la línea de atención de PAMI, que hacen los trámites del medicamento, hayan tenido una explosión de atención al público”, explicó.
El recorte prestacional y la falta de un presupuesto acorde agravan el problema: “Es imposible gestionar una obra social como PAMI con un presupuesto que quedó tan lejos en el tiempo“, concluyó.