El presidente Alberto Fernández participó este miércoles del Tedeum en conmemoración del 212° aniversario de la formación del Primer Gobierno Patrio en una jornada que estuvo caracterizada por mensajes que apelaron a “la unidad y a superar tiempos difíciles”.
“Hay que tener más unidad que nunca porque es un tiempo muy difícil en el mundo, que después de la pandemia que tanto dolor nos trajo, ahora nos somete a una guerra cruenta que nadie hubiese querido”, remarcó el jefe de Estado.
“Tenemos que seguir trabajando por la paz y a donde vaya voy a pedir por la paz, porque es un tiempo de reencuentro y donde no nos podemos dar el permiso de someter a la humanidad a más daño y más dificultades”. “A dónde voy lo diré. Lo digo en el G20, lo diré eventualmente en la Cumbre -de las Américas- y lo diré en el G7 a donde me invitaron”, agregó.
“La unidad depende de nosotros”, dijo el presidente. En un mensaje a los dirigentes políticos oficialistas y opositores, planteó: “Hay que unir esfuerzos. No quiero que piensen como yo, solo que sepan que primero está la gente”, concluyó.
Fernández estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur; los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Jorge Taiana (Defensa) y Matías Kulfas (Producción); el canciller Santiago Cafiero; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; y la vocera presidencial Gabriela Cerruti; entre otros.
Pasaron 212 años del #25DeMayo de 1810. Aunque parezca lejano, el esfuerzo de cada argentina y cada argentino hace que esté mucho más cerca.
Celebrémoslo con el orgullo de saber que la patria está más viva que nunca. pic.twitter.com/6ETBocCKJ0
— Alberto Fernández (@alferdez) May 25, 2022
Por su parte, el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, recordó a los héroes de la patria caídos en la guerra de la independencia, y enseguida volvió el foco sobre la delicada situación social que atraviesan muchos.
El cardenal también hizo un llamado a vivir la fraternidad en el conjunto social y aseguró que “hay un mañana esperanzador si no renunciamos a los valores auténticos que provienen del pasado”. Dirigiéndose la clase política, reclamó “ética, bondad y solidaridad; honestidad, diálogo para el acuerdo y el bien común de todos”. Sin estos valores, advirtió, surge “el enfrentamiento entre hermanos”.
En un oficio religioso que además contó con la presencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el arzobispo de Buenos Aires pidió “renovar nuestra fidelidad a la noble herencia que nos urge reivindicar para todos los que habitamos ‘la tierra bendita del pan’. Cuando éste falta en tantas familias, es cuando más tenemos que pensar en nuestro prójimo y en sus necesidades básicas: educación, salud, justicia”.