El pasado martes 7 de septiembre se cumplieron 199 años de la independencia de Brasil. Sin embargo, la ultraderecha golpista encabezada por el Presidente, Jair Bolsonaro, convocó a varias protestas y movilizaciones en Brasilia y Sao Paulo en contra de la Corte Suprema. En este marco, el mandatario instó a la población a desobedecer fallos. Ante la avanzada de la ultraderecha, los movimientos sociales, de les trabajadores, sindicatos e incluso la Iglesia Católica se movilizaron en 172 ciudades para defender la democracia.
“Nosotros vivimos un golpe militar, jurídico y legislativo que se viene realizando en Brasil desde 2016 con la salida de la Presidenta Dilma Rousseff. A veces se nos olvida y creemos que es una democracia de baja intensidad, pero es un golpe que se ha mantenido primero con Michel Témer y después con la elección fraudada de Bolsonaro”, aseguró Graciela Rodríguez, de la Red de Género y Comercio, en comunicación con Radio Estación Sur. “La tensión es la manera que Bolsonaro ha provocado para mantener el interés, la prensa, los ojos sobre él, con una idea siempre de llamar la atención con cosas muy obtusas, enloquecidas y payasescas muchas veces, pero no es él quien dirige el proceso”, señaló.

En este sentido, indicó que el “Proceso está determinado por un gran número de militares” y que “las fuerzas armadas son quienes tienen el poder detrás de Bolsonaro en alianza con varios sectores”. En este sentido, sostuvo que “el sector judicial fue fundamental en todo el proceso para llevar adelante el golpe con toda la legitimación que hacen con el Lava Jato y la prisión de Lula, y a la retirada de Lula de la campaña”, subrayando la complejidad de análisis sobre el proceso de Golpe de Estado que rige sobre el país latinoamericano.
“Esto es fundamental decirlo: Bolsonaro tiene básicamente el apoyo de sectores importantes de las clases dominantes brasileras. El gobierno brasilero está siendo muy funcional a la agenda de estos sectores en un programa de destrucción del Estado de bienestar social que había alcanzado grandes niveles en América Latina y que se está desmontando día a día para reconstruir un estado neoliberal que sirva a estos sectores”, manifestó Graciela Rodríguez, y explicó: “Esto significa la destrucción de los sectores trabajadores y la precarización de todas las condiciones de vida de la población brasilera”.
Sin embargo, apuntó al quiebre de esas alianzas: “Esta agenda esta funcionando pero hay sectores que ya están en puja, no tanto de la altísima burguesía que acumula riqueza, sino otros sectores de la burguesía media que están perdiendo bastante con este proceso de concentración. También en el sector de los partidos políticos y en algunos sectores del Ejército hay algunos grados de abandono a Bolsonaro”.

En este sentido, afirmó que desde los sectores dominantes están intentando crear nuevos candidatos pero “no están consiguiendo generar una tercera vía que sea de los mismos sectores de las elites pero con una cara más potable que la de Bolsonaro”.
“Es todo muy surreal lo que pasa en Brasil”, aseguró Rodríguez, y argumentó que “el aumento de las economías de las ilegalidades esta diseñando un sistema muy complejo en Brasil porque esta generando un capitalismo de desregulación, y de un crecimiento de las relaciones de grandes sectores de la elite con las ilegalidades, con una economía del tráfico de armas y fuga de capitales”. “La expansión de las economías de la ilegalidad es lo que está trayendo esta erosión de la democracia completa y total. Son las iglesias, las milicias, las ilegalidades… temas que no están tan vistos por la sociedad pero que tienen que ser visibilizados”, manifestó.
Y concluyó: “En Brasil no hubo ni un mínimo proceso de Memoria, Verdad y Justicia, y todas las estructuras de la dictadura militar están intactas; se mantuvieron en la Policía y en el Ejército dando lugar a estos caminos que tan fuertemente están caminando en Brasil. Las milicias que dividen y toman cada vez más territorios están ligadas con la falta de discusión del tema de Memoria, verdad y justicia. Esa discusión es fundamental”.