La Selección Argentina de hockey cayó conPaíses Bajos por 3 a 1 en la final de la Copa del Mundo en la ciudad catalana de Terrassa. Se definió un excelente torneo del conjunto de Fernando Ferrara que ante las neerlandesas perdió el invicto que conservaba desde el inicio de su conducción.
La derrota por 3-1 de las Leonas frente a Países Bajos dejó nuevamente como subcampeón al conjunto argentino en poco más de un año. En los Juegos Olímpicos de Tokio, cayeron -también- 3-1 frente a las europeas, y este domingo, por la final del Mundial España-Países Bajos, perdieron en un siempre desfavorable encuentro disputado en el Estadio Olímpico de Terrassa.
Las favoritas fueron las neerlandesas, que ratificaron su poderío y consiguieron el noveno título de su historia en Copas del Mundo. Para la selección argentina significó la cuarta final en una Copa del Mundo: Mandelieu (1974), Perth (2002), Rosario (2010) y España (2022).
“Tratamos de disfrutar la final y quisimos jugarles de igual a igual a las neerlandesas. Pero ellas estuvieron en el detalle, en cada pelota que tuvieron, fueron muy agresivas en ataque y lo supieron aprovechar”, analizó Agostina Alonso, tras la entrega de premios. “Este Argentina va a ir por todo siempre, aunque el resultado no sea a favor vamos a ir a buscarlo, siempre vamos para adelante. Pero, hoy no alcanzó y lo lamento mucho. Este equipo viene buscando ese primer puesto, y aún no alcanzamos. Con los reconocimiento se hizo un poco de justicia..”.
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La buena noticia para las Leonas es la proyección que hay desde aquí hasta París, considerando que hubo once debutantes mundialistas en Terrassa y que la mayoría tiene un buen margen para seguir formando parte de la selección en su plenitud.
Asimismo, Belén Succi jugó ayer su último partido internacional con la celeste y blanca y dejará un gran vacío, en un puesto fundamental como el de arquera. Ahora, será el momento para brindarle confianza a Clara Barberi, guardavallas suplente, y a otras que puedan pelearle el lugar.
Además, el cuerpo técnico analizará la situación de la capitana Rocío Sánchez Moccia, al borde de los 34 años y que cumplió 282 partidos internacionales.
Por lo pronto, a la volante le quedó un sabor dulce, más allá del golpazo en la final. “Esa vibra de entregarse al ciento por ciento estuvo desde que empezó el ciclo de Ferrara y durante todo el torneo. Nos entregamos a morir, buscábamos jugar la final y lo logramos. Queríamos estar acá y lo conseguimos. Creo que aprendimos a ganar; hay una sensación de ‘entro y no pierdo’, más allá de que te puede pasar lo que ocurrió en esta final”, dijo la madre de Francesca.