Por Agostina Zeki (*)
Oxbow Copetro, es una empresa que se instaló en el barrio Campamento, Ensenada, en el año 1980 y comenzó a funcionar en 1982 en el polo petroquímico. Ese mismo año las, los y les vecines comenzaron a organizarse y a denunciar los riesgos para la salud a los que estaban expuestes por el proceso de calcinación de carbón de coque, un subproducto de la destilación de petróleo.
A pesar de las advertencias de la comuna, la empresa siguió funcionando hasta la actualidad. Las reiteradas denuncias de les vecines por la constante lluvia de hollín, lograron que científiques del Conicet y profesionales de la UNLP investiguen sobre las consecuencias de las actividades de Copetro para la salud y el ambiente.
“Copetro contamina por aire, por agua y por tierra”, aseguró Julieta Colak, integrante de Vecinos Contaminados por Copetro, Ingeniera Agrónoma, Becaria del Conicet y activista ambiental. “Lo que nosotros visualizamos es material particulado, lo que llamamos hollín”, señaló
Contó que los focos de emisión de esta industria son principalmente dos: “Las dos chimeneas calcinando las 24 horas del día, y cuando se cargan los ferrocarriles en la destilería La Plata con este carbón de coque”, al que describió como “el paco de la destilación del petróleo, el subproducto, el último residuo al que se le busca un uso, un destino.. y bueno, se lo calcina”.
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En el año 2007, el geólogo e investigador Juan Carlos Bidegain, publicó un informe producto del análisis de muestras tomadas en el barrio Campamento. El mismo, confirmó “la existencia de micro partículas respirables, y detectó la presencia de metales pesados”.
“A partir de la técnica de laboratorio de microscopía electrónica y ópticas de barrido notamos la presencia de partículas muy pequeñas. La estructura de este material presenta partículas muy chiquitas que son las que contaminan, ingresan en el organismo y atraviesan órganos. Encontramos plomo, cromo, estaño, cinc.”, detalló el investigador.
Asimismo, a pedido de la Asamblea de Vecinos contaminados por Copetro Berisso, Ensenada y La Plata, y el municipio de Berisso, desde la Red de Seguridad Alimentaria (RSA) del Conicet presentaron el Informe Final Polvo de Carbón en La Región del Gran La Plata, Provincia de Buenos Aires. En el documento, podemos encontrar una importante recopilación de información sobre investigaciones socioambientales y estudios sanitarios de la región.
Allí, se remarcó la presencia de material particulado producto de las actividades de Copetro, asegurando que “se encontró una mayor frecuencia relativa de manifestaciones respiratorias (bronquitis, sintomatología inespecífica, disnea), oftalmológicas (irritación en los ojos) y dermatológicas (irritación de la piel)”, consecuencia de las actividades extractivas.
“Es para destacar el alarmante incremento en más de un orden de magnitud de los niveles de HAPs (hidrocarburos aromáticos policíclicos) en los últimos 20 años llegando a niveles peligrosos para la salud humana”, dieron a conocer les investigadores.
Respecto al material particulado sedimentable, el informe sostuvo que “solo se pudo obtener información del período 2014-2016, donde se evidencia que en múltiples ocasiones se supera el nivel normado por la pcia. de Bs. As. (Decreto 1074/18), llegando a triplicarse en los meses de octubre/noviembre del 2015”.
Por lo establecido en la Ley provincial 11.459 de Radicación Industrial, Copetro es una empresa de categoría tres. Esta categoría incluye “aquellos establecimientos que se consideran peligrosos porque su funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población u ocasiona daños graves a los bienes y al medio ambiente”. Es por esto que no debería estar instalada en zonas urbanas, aunque Copetro pareciera tener el poder para eludir la legislación bonaerense.
Ante la continuidad de actividades, la ciudadanía no baja los brazos, y persiste en sus advertencias sobre las problemáticas sanitarias y socio-ambientales. Además de visibilizar el entramado político y económico que sostiene en pie a este monstruo que nos enferma todos los días, y al que podemos ver con claridad.
Es urgente hacernos eco de estos reclamos. Exigir a les gobernantes que den respuestas ante el abuso diario de los derechos que tenemos a la salud, al acceso al agua, y a la vida en un ambiente sano. “La gente naturaliza que vivimos en zona de sacrificio”, sostuvo Julieta; y estoy segura que es exactamente eso lo que primero debemos transformar.