El pasado 25 de mayo, el Club Universitario Berisso cumplía un nuevo aniversario. Ese mismo día, les llegó una notificación de un fallo judicial en el que informaban que el predio de 126 y 60 está en riesgo. Según este fallo, el club debe entregar el terreno a quién lo solicita.
Por medio de un comunicado en las redes, desde el club relataron: “Un día como hoy que debería ser de festejos, recibimos como regalo el cachetazo más grande que jamás podríamos habernos imaginado”.
“En una disputa judicial por el terreno del cual el Club es dueño desde principios de la década del ‘70 (o sea, desde antes de su “reconocimiento administrativo” de hace 38 años), un juez decidió hacer lugar a la demanda que inició hace un tiempo una empresa del Estado que decía que era de ella”, explicaron. En esa línea, los directivos berissenses indicaron: “el club poseyó por sí mismo durante más de 20 años el terreno (desde fines de 1970, por lo menos, y hasta 1992) sin que nadie efectuara reclamo alguno. No existió una transmisión ‘literal’ del predio de los vecinos hacia el Club en una fecha determinada, sino que el Club se gestó naturalmente. Por eso afirmamos que hacia 1970 el Club ya funcionaba como tal. Se ha demostrado -una vez más- que la ‘justicia’ es sólo para los poderosos”.
“El juez aplicó solamente la ley (con interpretaciones que además son discutibles) y no el derecho, dejando de lado el sentido de justicia al apartarse de las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos”, sentenciaron. “Con todo el dolor, desde el Club manifestamos el más enérgico rechazo. Y, aun manteniendo el respeto, nos vemos obligados a seguir defendiendo lo que es nuestro”, concluyeron.