La Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios (CMCC) se reunió en Córdoba para ratificar la construcción colectiva. Es la primera vez en la historia que se arma un espacio de representación conjunta de los medios cooperativos y comunitarios y de sus trabajadores y trabajadoras.
La CMCC agrupa a las radios nucleadas en el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (FADICCRA), la Red de Medios Digitales, la Coordinadora Nacional de Televisoras Argentinas (CONTA) y la Asociación de Revistas Culturales Independientes (ARECIA). También es clave en esa construcción la Federación de Trabajadores de Prensa de la República Argentina (FATPREN).
Primeros consensos
Los primeros movimientos de esa confederación se dieron en el año 2019, cuando empezaron a gestarse los primeros y firmes consensos. En la actual coyuntura, esos espacios remarcan entre otras cosas la responsabilidad de los medios del establishment en la difusión de discursos del odio y alertan sobre el financiamiento que esas mismas usinas reciben de parte del Estado:
“La pauta calienta todos los días la hoguera del odio”, se escuchó como metáfora en el encuentro que se hizo en Córdoba.
Una de las advertencias centrales respecto de las políticas públicas es que el actual gobierno no ha tocado la estructura que dejó el macrismo en el área comunicacional, que garantiza la concentración. Eso afecta a todos los sectores y va a contramano de algunos compromisos públicos que había tomado el Frente de Todos.
Las distintas agrupaciones remarcan la responsabilidad de los medios hegemónicos en el clima de tensión social que derivó en el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner. Esos medios, a su vez, son la voz de los grandes grupos económicos.
Producción y empleo
Las organizaciones reivindican que en los últimos años lo más positivo en el área de las comunicaciones surgió directamente desde el campo popular. Y se proponen poner en valor lo que significan estos espacios en unidad, también en cuanto a la producción y el empleo.
La expectativa de estos sectores aliados con una agenda común es que los planteos incidan en las políticas públicas. Y desde ya está la advertencia de un rachazo a cualquier supuesta “ley anti-odio”, bajo la convicción de que una normativa de ese tipo, además de ser una solución facilista, será más bien un “boomerang” que tendrá como primeras y fundamentales víctimas justamente a los medios y comunicadores populares.
Otra definición de los medios cooperativos y comunitarios es sostener el impacto que dejó la masiva Plaza de Mayo, y las plazas de todo el país, un mensaje de una importante porción de la población a contramano de la difusión de los discursos violentos.
La organización insiste en la necesidad de funcionar en red, y no en cadena; en alertar sobre los enemigos transnacionales del sector y en poner en el centro de sus ocupaciones también la formación y la capacitación y de hacer los esfuerzos para que incluso el campo popular salga de las lógicas neoliberales en cuanto a la comunicación.
Fuente: Radio Kermés.