Desde la Comisión Directiva del Centro de Industriales Panaderos Agrupados (CIPAN) alertaron sobre el impacto que están teniendo los recientes aumentos en la harina y el aceite, dos insumos clave para la producción de pan. “Ha habido tres aumentos que hicieron que la bolsa de harina llegue a los 12.000 pesos. No es un incremento significativo por sí solo, pero se suma al costo de vida en general”, sostuvo Máximo “Tito” Zamorano, integrante de CIPAN, al aire de Radio Estación Sur.
Desde que bajaron las retenciones a de trigo y girasol, la bolsa de 25 kilos de harina subió un 2,7% y el litro de aceite de girasol aumentó un 5,7%. Zamorano explicó que desde CIPAN decidieron mantener los precios durante un año “porque simplemente no se vende. La gente sigue comprando con 500 pesos, pero antes se llevaba cinco flautitas y ahora son cuatro”, explicó.
El referente panadero también advirtió sobre el crecimiento de la producción clandestina: “Muchas panaderías no pueden soportar los costos de producción en blanco y eso genera un perjuicio, no solo recaudatorio para el país, sino también en la calidad del pan. Se empiezan a usar harinas más baratas, con bajo contenido de gluten, y fermentos de menor calidad, lo que hace que el pan salga más pesado y hasta medio oscuro”, señaló.
Por otro lado, Zamorano remarcó la falta de diálogo con el Gobierno para encontrar soluciones. “Pedimos reuniones permanentemente, pero es muy difícil. Nadie quiere escuchar quejas, solo quieren escuchar aplausos. Tuvimos algunas reuniones el año pasado, pero no se tradujeron en cosas concretas. Seguimos como podemos”.
Además, destacó el esfuerzo de los panaderos para sostener el sector. “Nosotros no cobramos un sueldo por ser dirigentes panaderos, lo hacemos porque nos gusta, porque llevamos más de 20 o 30 años en el rubro. Pero cada vez se hace más difícil”, concluyó.