El Gobierno de la provincia de Salta, experimentó con 30 niñeces de la comunidad Wichí un “bloque nutricional” para combatir la desnutrición basado en soja, azúcares y ultraprocesados. Frente a la crisis alimentaria que atraviesa la provincia del norte argentino, seleccionaron a una treintena de niñas y niños de la comunidad ubicada en Alto La Sierra, poblado del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, para experimentar con sus cuerpos “con diferentes grados de desnutrición” estos “superalimentos” a base del cultivo que arrasó con sus territorios.
“La soja no es un buen alimento para nadie, menos para los humanos. Ninguna cultura milenariamente se alimentó con soja, no es sano consumirlo de manera periódica”, aseguró Medardo Ávila, de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, en comunicación con Radio Estación Sur. “En este caso hay una maniobra publicitaria para hacernos creer que son buenos y que se preocupan por los niños Wichís desnutridos, y le llevan soja desde Buenos Aires toda contaminada con todo el residuo de los agrotóxicos”, señaló.
Medardo, como muchas personas, asambleas y organizaciones ligadas a la salud y nutrición integral, cuestionó esta medida del gobierno salteño que tuvo su aprobación en la provincia de Buenos Aires. El médico, tiene una basta experiencia en cuanto a las enfermedades producto no sólo de la alimentación a base de soja y ultraprocesados, sino que también consecuencia de las fumigaciones y contaminación del territorio que significa el monocultivo de esta legumbre.
“Desde el punto de vista médico es una barbaridad y es sumamente condenable que el agronegocio esté promoviendo esta magdalena para Wichís desnutridos cuando la desnutrición es causa de que ellos les han desposeído el monte para sembrar soja. Por eso están al borde de la muerte y les van a dar magdalenas de soja. Es un cinismo y una perversión de los sojeros y el agronegocio nacional”, denunció Ávila.
La intención del gobierno bonaerense dirigido por Axel Kicillof, es incluir la magdalena basada en soja transgénica –por ende, en instancias de cultivo, sometida a reiterados baños con agrotóxicos como el cancerígeno glifosato– en escuelas, comedores y merenderos comunitarios. “Son los más grandes fumigadores argentinos los que promueven esto, y el gobierno de Buenos Aires se prestó para esta maniobra y le dio la autorización al Ministerio de Producción para esta magdalena”, manifestó Medardo Ávila.

Teniendo en cuenta que la Sociedad Argentina de Pediatría confirmó en julio de este año a través de un estudio el daño que causan los agrotóxicos en las niñeces, el médico de Pueblos Fumigados señaló que “parece un experimento de Mengele, son agro nazis”, relacionando a las “magdalenas venenosas” con el plan de producción convencional que se asemeja a un plan de exterminio a través de enfermedades producto de los herbicidas tan nocivos para la salud con los que se rocían los alimentos, siendo el glifosato y glufosinato de amonio los más nocivos que “alteran el desarrollo de las neuronas que crecen y se interconectan en los niños, y alteran el desarrollo en el habla y motriz” .
“Hoy hablamos de autismo como una epidemia, como consecuencia de los daños de los agrotóxicos al cerebro. Las madres que viven en lugares con agrotóxicos, tiene dos veces más niños con leucemia que las que no”, dio a conocer Medardo Ávila. Además indicó que “estos agrotóxicos van a estar en las magdalenas, de seguro”.
Trigo Transgénico HB4
En este sentido, el profesional de la salud refirió al trigo transgénico HB4 resistente a la sequía y al glufosinato de Bioceres que fue aprobado en Argentina en septiembre de 2020 pero espera el visto bueno de Brasil para ser sembrado de manera masiva en nuestro territorio. “El tema del trigo transgénico que es contaminado con glufosinato, un herbicida muy fuerte que quedará como residuo e irá a parar al pan, a los fideos, y a muchos otros alimentos, porque en Argentina comemos muchísimo trigo, a diferencia de otros países que basan su dieta en el maíz”.
“El glufosinato está prohibido en Europa, y acá se promueve una semilla transgénico para fumigar con eso. No podemos producir alimentos a base de tirarle venenos encima, que no solo mata yuyos y bichos sino que le hace mal a quien lo consume”, problematizó.
Al respecto, entre el 16 y 20 de agosto, las organizaciones que conforman la Plataforma Socioambiental, convocaron a toda la sociedad argentina a expresarse “en contra de la autorización del trigo transgénico en nuestro país”. Para eso, las distintas organizaciones del campo y la ciudad realizarán una semana de acciones que incluyen PANAZOS, TORTAFRITAZOS y actividades artísticas y virtuales en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, entre otros puntos del país.
Ver esta publicación en Instagram
Según las organizaciones, “el trigo transgénico HB4 de la empresa Bioceres se presenta como resistente a la sequía y tratan de imponerlo como una alternativa sustentable. Pero en realidad es un exponente más de lo que representan los transgénicos: monocultivos industriales que utilizan millones de litros de agrotóxicos. En el caso del trigo HB4 el mismo es resistente al glufosinato de amonio, un herbicida mucho más tóxico que el glifosato y que está prohibido en la Unión Europea para su uso agrícola”.
Desde Plataforma Socioambiental denunciaron que “a pesar de no estar liberado comercialmente sabemos que YA HAY SEMBRADAS alrededor de 25.000 hectáreas del trigo HB4 de Bioceres en siete provincias”. “Con nuestro Pan No” es la consigna con la que se viralizó la problemática. “Resistir su cultivo y lograr que se retire su autorización es un imperativo ético, social y sanitario”, resaltaron las organizaciones.
Las organizaciones vienen luchando también a través de ordenanzas para la prohibición de su cultivo en los municipios. E invitaron a quienes no puedan movilizarse a participar virtualmente de un “amasado virtual” subiendo un video en sus redes sociales bajo la consigna: “Yo quiero seguir amasando/comiendo mi pan sin trigo transgénico” y etiquetando a las cuentas de los colectivos convocantes como la Unión de trabajadorxs de la Tierra (UTT), Foro Ecologista de Paraná – Coordinadora Basta es Basta, Desvío a la Raíz – Multisectorial Paren de Fumigarnos de Santa Fe, RELEA Baradero San Pedro y Grupo de Etnobiología Buenos Aires, entre otras.