Pablo Sigismondi es reporte gráfico, estuvo en más de 163 países, entre ellos, Afganistán en los años 1994 y 2002. “Existe una manipulación de la información por parte de los invasores y para comprender lo que sucede allí se debe conocer la cultura musulmana con empatía y respeto”, aseguró en la mañana de Radio Estación Sur.
En primer lugar, el viajero explicó que el término “talibán” significa estudiante en lengua farsi (lengua oficial en Afganistán) y que hace años que existen en las escuelas de las madrazas como grupos activistas tras las invasiones soviéticas y británicas sobre Afganistán.
El fotógrafo, focalizó en la necesidad de desconstruir la información que se divulga sobre el país Islámico y analizar de dónde llegan las noticias: “Hay que tener presente que la información que nosotros tomamos, las brindan los invasores, son cadenas informativas de los propios países que han ocupado durante 20 años Afganistán, la ocupación militar más prolongada de la historia de Estados Unidos”
El conflicto bélico entre Estados Unidos y sus aliados contra Afganistán comenzó en octubre del 2001 tras el atentado a las Torres Gemelas en septiembre y Sigismonfi, expresó: “Esta manipulación mediática es claramente para poder justificar: por un lado la invasión a partir de los atentados del 11S, y por el otro, está retirada donde después de 20 años, no lograron nada porque el mismo grupo que ellos buscaron combatir, regresó”
En la misma línea, enfatizó en que el discurso mediático construye la información que muestra a la sociedad afgana como terrorista, misógina, fundamentalista y atrasada: mientras que, por otro lado, presenta a los grupos occidentales que violaron, saquearon, ocuparon y destruyeron el país como víctimas después del 15 de agosto del 2021 con la toma del poder por parte del grupo Talibán.
Para poder desentramar y analizar estos hechos, el geógrafo cordobés señaló la necesidad de entender la cultura para que Afganistán forme parte de un mundo multipolar: “El primer modo para acompañar a los afganos y que se sumen a un Mundo donde los derechos, especialmente los civiles, de las mujeres y de las minorías, sean reconocidos, es conocer sus ideas, modos y pensamientos, preguntarnos: ¿Por qué viven como viven, desde dónde ven el mundo y por qué lo ven así?”
Sin embargo, expresó que es un trabajo que llevará generaciones: “Desde el supremacismo occidental asumimos que nuestra cultura y nuestro modo de ver el Universo es superior al resto, que tenemos la escala de los valores que tienen que aplicar en todo el Mundo y en todas las sociedades, sin saber las raíces profundas de la sociedad y de la cultura milenaria de los afganos”
Escucha a Pablo Sigismondi en Radio Estación Sur
Sobre los condicionamientos hacia los derechos de las mujeres, Sigismonfi expreso que por supuesto nos produce rechazo ver a las mujeres con el burka (velo de una sola pieza que cubre la cara y el cuerpo de la mujer y deja una pequeña abertura a la altura de los ojos) o que no tengan acceso a la educación porque Argentina adquirió derechos importantes para la sociedad.
Tras visitar Afganistán por primera vez en 1994, cuando empezaron a organizarse en las madrazas los grupos de los talibanes para finalizar con la inestabilidad y las atrocidades que se vivían antes de que tomen el poder en 1996, Sigismonfi mencionó: “Cuando termina la invasión soviética eran más de 35 mil mujeres viudas a cargo de familias numerosos entonces, como consecuencia de esa realidad, que se vivió en los ’90, la mujer cayó en la prostitución como una forma de poder ayudar a sobrevivir ante la escases”
Desde su relato, el viajero y periodista, indicó que fue uno de los motivos por los cuales el grupo islámico comenzó a formarse ya que, para la sociedad, era una salida para terminar con esas problemáticas. “Medio siglo de dominios continuados, de bombas de destrucción y de violaciones masivas, los daños colaterales producidos en la sociedad afgana, se derivó hacia más fundamentalismo porque lógicamente es un caldo de cultivo ideal. Surgieron no sólo los talibanes sino también de otros grupos musulmanes”
En Año Nuevo del 2002, Pablo Sigismondi, regresó a Asia por tres meses y comentó sobre su segunda experiencia en Aganistán: “Sobreviví por la gente, por el amor, la contención, el refugio, la comida, era como una especie de mascota que iba de un lugar a otro pero siempre en contacto con los afganos, tomando agua de los pozos y comiendo un pedazo de harina mezclada con agua caliente como una goma de engrudo. Me dejé llevar y logré una gran empatía”
Además, contó que para viajar como periodista se necesita un visado con una fecha de vencimiento de aproximadamente 15 días para permanecer y que consigue mediante una embajada de algún tercer país, puede ser Pakistán o alguno europeo, ya que en Sudamérica no existe. Otra posibilidad, es a través de una organización humanitaria.
“Una sola vez me pidieron el pasaporte al ingresar por uno de los lugares del corredor entre la frontera de Pakistán y Afganistán donde entraba y salía todo el tiempo”, dijo.
Durante su estadía, el geógrafo comentó que observó gente morir por las “bombas humanitarias estadounidenses”, que presenció situaciones realmente horrorosas, que observó cómo los soldados veían morir a niños sin auxiliarlos a pesar que tenían los elementos para ayudar y que también, se quedaban con el agua mineral que les llegaban de los países.
Los talibanes anunciaron que tomaron el control de parte del aeropuerto de Kabul, capital de Afganistán, donde Estados Unidos organiza la salida del país de personas que huyen del nuevo gobierno.
En tanto, el presidente norteamericano, Joe Biden, ratificó su decisión de completar la retirada militar de su país antes del 31 de agosto junto a sus aliadas ya que no contarán con su protección.