Cuando transcurría el minuto 39 del segundo período, el ingresado Cristian Tarragona enviaba la pelota a la red y lograba el empate para un elenco platense que, aún con sus limitaciones, lo había buscado durante toda la segunda mitad.
Sin embargo, a instancias del VAR, el árbitro Lamolina procedió a anular la maniobra y no convalidar la conquista, luego de que se apreciara una mano en la jugada previa cometida por el delantero del ‘Lobo’, Benjamín Domínguez.
Lo cierto es que en esa misma jugada, pero en una instancia anterior se produjo una mano –también casual- del defensor local, Mauro Peinipil. Esa infracción quedó sin sanción.