El último miércoles, un grupo de maquinarias se hizo presente en el enorme terreno de 706 y 132 y ello causó una vez más las alarmas de los vecinos, que se acercaron para evitar el avance de las obras. Al llegar se encontraron con una persona que dijo ser el dueño del lugar y les indicó que no iba a frenar los trabajos. Inmediatamente increpó y amenazó a la gente del lugar, llegando incluso a golpear a uno de los denunciantes.
El conflicto terminó con la intervención de los efectivos policiales, quienes se llevaron detenido al agresor; y con agentes de la Patrulla Municipal colocando una vez más las fajas de clausura del loteo.