En la mañana de este martes, sobrevivientes, familiares y amigos de la tragedia de Once renovaron el pedido de Justicia por las 51 personas, entre ellas una embarazada, que murieron y por cerca de 800 más que resultaron heridas por el siniestro ferroviario ocurrido hace 10 años en la estación cabecera de la línea Sarmiento. El homenaje inició a las 8:33h en la Plataforma Nº 2 , con el sonido de una sirena que despertó la memoria e invadió toda la estación, mientras los familiares se llevaban la mano al corazón o sostenían carteles con las fotos de sus seres queridos.
Esa fue la hora y el lugar exacto del accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012 cuando el tren Chapa 16 de la línea Sarmiento, que circulaba desde el oeste del conurbano bonaerense, chocó contra los paragolpes de contención, provocando la tragedia. Con carteles y remeras que llevaban el pedido de “Justicia”, los familiares escucharon con profunda emoción los nombres de las víctimas y luego se fundieron en un grito colectivo exclamando “¡Presente! ¡Ahora y siempre!”.
“Justicia, justicia, justicia”, agregaron entre aplausos los participantes de la ceremonia y remarcaron que las víctimas fatales “viven en nuestros corazones”. A continuación, se leyeron varias adhesiones y se descubrió una placa recordatoria sobre la primera columna del andén 2 que reza: “Diez años en memoria de las 52 víctimas y heridos de la tragedia de Once y en honor a la lucha de los familiares y amigos por la búsqueda de Ju5t1cia”.
A 10 años de la tragedia, los condenados en un primer juicio oral gozan ya de libertad condicional o prisión domiciliaria, en tanto la Corte Suprema de Justicia tiene pendiente de resolución un recurso de queja de la defensa del exministro de Planificación Federal Julio De Vido.
También se entregaron estatuillas de reconocimiento a distintas personalidades y organizaciones de la sociedad civil para agradecer “el acompañamiento y respaldo” que brindaron durante estos diez años, entre los que se destacó la entrega del obsequio a familiares de víctimas de Cromañón que pidieron continuar “sembrando memoria para que no crezca el olvido”. Para finalizar la ceremonia, una joven cantó “Nos veremos otra vez” de Serú Girán, al tiempo que, desde el andén, hubo una suelta de globos plateados con el número 52 que llevaban los nombres de las víctimas y se perdieron en el cielo, donde aseguraron que “allí viaja el corazón”.