Continúa el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, y en la audiencia de este lunes fueron citados a declarar dos jóvenes que veraneaban en Villa Gesell junto a los ahora ocho imputados, y que en un primer momento también fueron detenidos pero con el avance de la causa, quedaron sobreseídos por falta de pruebas en su contra.
“Vengo a ayudar, Justicia por Fernando”, fueron las palabras de Juan Pedro Guarino, quien era amigo de los rugbiers y estuvo muy cercano a ellos cuando ocurrió el crimen de Báez Sosa. Lo dijo al llegar y antes de ingresar al tribunal de Dolores, palabras que llamaron la atención y encendió las expectativas por lo que develará en su declaración en el estrado.
Por su parte, el fiscal Juan Manuel Dávila, aseguró en su ingreso a tribunales que la declaración de ambos jóvenes “es bajo juramento de ley, tienen la obligación de decir la verdad”. A su vez, Dávila agregó: “Son testigos que nunca han declarado, no sabemos lo que pueden llegar a decir. No son testigos fundamentales, ni Guarino, Milanesi o (Tomás) Colazzo –otro testigo- no fueron ofrecidos por la fiscalía por cuestiones de estrategia”.
Guarino y Milanesi enfrentarán una declaración “muy delicada”, ya que al ser citados como testigos tienen la obligación de decir verdad y con sus dichos podrían incriminar a sus amigos o bien autoincriminarse, lo que obligaría al tribunal a suspender sus testimonios ya que nadie está obligado a declarar contra sí mismo.
“Tendrán que moverse en un margen muy fino, entre decir la verdad y no perjudicar a sus amigos y no caer en un falso testimonio”, especuló un vocero con acceso a la causa. Otro testigo clave de la jornada será Tomás Ítalo Colazzo, amigo de los imputados y quien fue señalado como “sospechoso número 11” por el abogado Fernando Burlando, quien representa a los padres de Báez Sosa como particulares damnificados.
La lista de testigos incluye a Santino Franco Massagli, José Aníbal Leguiza y Juan Ignacio Neme Correa, tres amigos de Blas Cinalli, uno de los ocho imputados, con quienes intercambió mensajes escritos y de audio por la aplicación WhtasApp tras el hecho, entre ellos. Por último, declararán bajo juramento de decir la verdad ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 las madres de Máximo Thomsen y de Blas Cinalli.