La dirigente social Milagro Sala cumplió siete años detenida en Jujuy por liderar un acampe y su situación procesal se agravó desde entonces con la acumulación de causas y condenas. Continúa bajo arresto domiciliario mientras organizaciones y personalidades denuncian el “accionar persecutorio” del Gobierno provincial de Gerardo Morales.
Lejos de ver con optimismo que algo pueda cambiar en su situación procesal, cuando en su espalda tiene un “sistema judicial persecutorio”, la líder de la Tupac Amaru considera que mantenerla presa “le sirve” a Morales en época de campaña electoral, más aún cuando hoy está lanzado a la carrera presidencial por la UCR.
Cabe recordar que, 16 de enero de 2016, un reclamo en la plaza central de Jujuy, para exigir respuestas al mandatario jujeño sobre el funcionamiento de las cooperativas de trabajo derivó en la detención de Sala. Por “instigación a cometer ilícitos y tumultos”, hecho que se investigó y fue elevado a juicio oral en 2019.
La prisión para Sala significó un devenir de causas judiciales que se instruyeron a nivel local: algunas llegaron a juicio oral, donde fue condenada; otras están pendientes de resolución y, en algunas, fue sobreseída.
Además de la causa por el acampe, se debatirá en un juicio oral el expediente conocido como “Megacausa”, en el que también están involucrados exfuncionarios incluyendo al exgobernador Eduardo Fellner y varios exjefes comunales por fraude en la construcción de viviendas.
Además, la Justicia jujeña dispuso la elevación a juicio de la causa por los incidentes del 8 de marzo de 2021 en el barrio Campo Verde de San Salvador, y en la que Sala está acusada de ser la instigadora.