Este viernes 20 de mayo, asambleas y organizaciones socioambientales cortaron 7 y 50 en el marco de las actividades por el Día Mundial contra Bayer-Monsanto y otras empresas involucradas con el desarrollo del agronegocio en el país. “Paren de fumigarnos” es la consigna principal para exigir que se detenga el desarrollo de este modelo alimentario basado en semillas transgénicas y venenos.
“Esto para decir Fuera Monsanto y fuera a todos los ecocidas que nos hipotecan la vida destruyendo todo con los agrotóxicos que nos enferman, provocan cáncer y matan la tierra. Fuera Grabois, Grobocopatel, Monsanto, Syngenta, Bioceres y todos los gobiernos que aprueban eso que nos mata“, manifestó a Estación Sur Digital Laura Krayescki, integrante de la asamblea Preservando Hudson.
Estos reclamos y manifestaciones llevan más de dos décadas realizándose para visibilizar las consecuencias sanitarias y ambientales del agronegocio que el Gobierno Nacional de Alberto Fernández profundizó tras la aprobación de la nueva semilla de Trigo Transgénico HB4 desarrollada por investigadores del CONICET en conjunto con la empresa Bioceres.
Este evento transgénico es resistente a las sequías por lo que expandiría la frontera agrícola, pero también es resistente al glufosinato de amonio, un agrotóxico diez veces más nocivo que el reconocido glifosato utilizado en los pooles de siembra y monocultivos de soja. A casi 30 años de aprobada la primera soja transgénica del país es evidente que las promesas de combatir el hambre en el mundo no se cumplieron, al contrario se acrecentaron las desigualdades y acceso a los alimentos al concentrarse aún más el acceso a la tierra.
En este sentido, Mariano de Acción ecológica anticapitalista y el Nuevo Más, expresó a Estación Sur Digital: “Estamos cortando 7 y 50 en sintonía con lo que es el Día mundial contra Monsanto, Bayer y Syngenta, contra lo que es el agronegocio en todo el mundo que en Argentina lo vivimos muy de cerca a este modelo que envenena a los pueblos del interior y que es parte del extractivismo, la destrucción de la vida humana y la naturaleza en pos de la ganancia de unos pocos”.
Y refirió a la intención del Gobierno bonaerense y la UNLP de deforestar 400 mts. de la Reserva Biósfera del Pereyra: “Aprovechando este paraguas de acción mundial, en los próximos días van a haber actividades para reclamar por las problemáticas locales de La Plata. Estamos acompañando el reclamo de la Reserva Biósfera del Pereyra Iraola que es un ataque por parte del Gobierno de Kicillof junto con las autoridades de la UNLP para empezar su destrucción, desconociendo que ese territorio fue declarado como reserva por la UNESCO y avanzando en su desmantelamiento con la tala a través de una careta de que es sustentable y agroecológico”.